CALANDA
Villa de la provincia de Teruel, con grandes referentes internacionalmente conocidos. Luis Buñuel, su Melocotón Tardío con Denominación de Origen, el prodigioso Milagro de la Virgen del Pilar o la famosa Jota de Calanda, son algunos ejemplos, aunque destaca por encima de todos la tradición más arraigada de los calandinos: la Semana Santa. Durante esos días, Calanda queda convertida en un atronador apogeo de redobles que evocan ritos antiguos. El color ornamental se limita al morado de las túnicas y al tercerol, prenda que proviene de los franciscanos descalzos que habitaron en el Convento de San Antonio de Padua de la localidad en el siglo XVIII.
No hay silencios en Calanda. La Semana Santa se vive bajo el eco profundo, palpitante y misterioso de esta atávica percusión. Y en medio de este ritmo trepidante desfilan las procesiones, los Putuntunes y Longinos, las hebreas y sivilas, los pasos y las Cofradías. Pero sin duda, el momento culminante de la Semana Santa Calandina es la ceremonia colectiva de la Rompida de la Hora, cargada de una extraña emoción, en la que el Viernes Santo, a las doce del mediodía, la hora y el silencio más absoluto quedan rotos dando paso a un estruendo armonioso de miles de tambores y bombos tocando en la Plaza de España.
La Semana Santa de Calanda, conocida internacionalmente, concentra a calandinos ausentes y miles de visitantes cada año. Además prensa, radio y televisión se hacen eco en todo el mundo de esta celebración.
Calanda fue pueblo fundador de la Ruta del Tambor y el Bombo y, al igual que el resto de poblaciones de la Ruta, su Semana Santa ha sido Declarada de Interés Turístico Nacional e Internacional. Participa cada año en las Jornadas Nacionales de Exaltación del Tambor y el Bombo siendo anfitriona de las mismas en el año 2014.